
Hay cientos de diminutos pliegues en nuestra lengua donde se esconden bacterias dañinas que se alimentan de restos de comida y células muertas. Se divierten más multiplicándose mientras duermes, cuando hay menos saliva en tu boca para lavarlas.
Es por eso que te despiertas con tu aliento oliendo tan... poco sexy. Y con una gruesa capa blanca en la lengua.
Quitar suavemente esta capa con un limpiador de lengua cada mañana es un paso básico para ayudar a los procesos naturales de desintoxicación de su cuerpo.
CÓMO USAR
Sostén los extremos del limpiador con cada mano y coloca la parte redondeada en la parte posterior de la lengua.
Raspa la lengua de atrás hacia adelante, tanto por el medio como por los lados.
Enjuágalo después de cada uso.
Con el tiempo el cobre por su naturaleza comienza a oxidarse. Para limpiarlo frótalo con sal y vinagre blanco y volverá a quedar brillantes.
MATERIALES
100% cobre